El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya advirtió el mes pasado que la economía española se precipitaba, sin remedio, hacia la recesión. Por si cabía alguna duda o el mensaje no había calado del todo, el Gobierno volvió ayer a dar un aldabonazo de atención. Previsiblemente, las estadísticas del último trimestre de 2011 reflejarán una caída del Producto Interior Bruto (PIB), una situación que, además, se repetirá tres meses después. El encargado de reiterar el anuncio fue el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, en su primera intervención ante los medios. Descartó, sin embargo, un escenario de «estanflación» (mezcla letal de estancamiento económico con elevados precios).
«La evolución de los precios está siendo favorable. No veo que la inflación sea un problema», señaló Jiménez Latorre, quien compareció en el Ministerio de Economía para presentar los datos del IPC de diciembre, que descendió hasta el 2,4%, cinco décimas por debajo de diciembre, pese a que los precios subieron un 0,1% en el último mes del año.
El índice consolida así su tendencia bajista que en este mes se explica, principalmente, por la disminución del importe del vestido y el calzado —que se redujo un 1,4% por el fin de la temporada de invierno— , el transporte —0,2%— y el tabaco y alcohol —frente a la subida de los impuestos especiales en diciembre de 2010—.
La inflación subyacente (que no tienen en cuenta los productos energéticos y los alimentos no elaborados) bajó también hasta el 1,5%, después de tres meses sin variaciones.
Fuente: ABC
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