Emigrar. Lo que hace no tanto era una aventura se ha convertido, crisis mediante, en una necesidad cada vez mayor. Con más de 5 millones de parados -un 22,6% de la población activa- y las expectativas de que a medio plazo se siga destruyendo empleo, son buenas razones para explicar el considerable incremento en el número de españoles que ha decidido buscar trabajo en otro país, casi un 22% más que en 2008.
Abandonar el país donde uno se ha criado impone, cuando menos, respeto. Si usted está pensando en apuntarse a la tendencia le ofrecemos algunas pautas que le pueden ayudar.Suiza y Alemania se mantienen entre los destinos más recurrentes, en los últimos tres años han acogido a alrededor de un 6% más de españoles, aunque Reino Unido sigue siendo el más solicitado, con un incremento del 16%. Latinoamérica emerge como novedad en las estadísticas: sus porcentajes de crecimiento llegan a alcanzar hasta el 150% en el caso de Bolivia. Es el ejemplo más extremo de un fenómeno que se explica por la vuelta de los nacionalizados españoles que regresan a sus países de origen por entender que en España no tendrían oportunidades. Situaciones similares se dan en Perú o Brasil.
Elegir el destino
Aunque a veces tomar la decisión de emigrar pueda ser una medida desesperada, el auge de Internet permite que poca gente se limite, como décadas atrás, a coger la maleta e irse sin más. Además de consejos tan obvios como conocer en la medida de lo posible el idioma o el nivel de vida del lugar, hay que tener muy presente la tasa de desempleo del país al que se pretende ir y sobre todo, el perfil profesional más demandado allí. Para ello, es fundamental EURES, el portal europeo de movilidad profesional, que da todo tipo de información sobre ofertas de trabajo y las condiciones de vida en distintos países. En la misma línea, pero de iniciativa privada, son otras páginas especializadas para expatriados como'Just Landed', Mundo Expat o Easy Expat.
Papeleo
Lo primero que hay que hacer es conocer qué documentación se necesita para poder trabajar en un destino. Para empezar, aunque parezca obvio, necesitará tener su identificación personal en regla, bien el DNI si lo que quiere es desplazarse a Europa, o el pasaporte, si su destino está más allá de las fronteras comunitarias.
A partir de ahí, los requisitos varían sustancialmente de un lugar a otro pero, a grandes rasgos, suelen incluir visados y permisos de residencia y trabajo que deben gestionarse antes de viajar en la mayoría de los casos. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social ofrece pautas a través de sus consejerías en el exterior. Pinchando en cada país se accede a diversa información relevante para instalarse en él.
Estar 'conectado'
Aprovechar los recursos disponibles como las redes sociales puede ser un aval en caso de querer viajar con trabajo ya desde España.El clásico currículo cede protagonismo ante las 'tarjetas de visita virtuales' en Facebook o Twitter, que siempre pueden sumar puntos. Además, los foros de expatriados, que encontrará haciendo una simple búsqueda en Internet, son otra buena herramienta para saber las peculiaridades de un país determinado y ayudan también a la hora de hacer contactos.
Tenerlo todo atado
La situación ideal para todo emigrante es la de irse con la seguridad de viajar con un trabajo. Sin ser sencillo ni mucho menos es imposible y hay mecanismos de gan utilidad para lograrlo. El principal es la red Eures antes mencionada. Pero sin mucho esfuerzo también se puede encontrar empleo en agencias especializadas que ofrecen estos servicios como 'Monster' o'Infoempleo'. En webs de este tipo se ofrece una visión global pero la búsqueda resulta mucho más precisa si se conoce de antemano la zona de destino y se acota la búsqueda.
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