La Administración Obama considera ahora que el principal riesgo es la UE. La caída del paro se une a otros indicadores positivos.
La economía de Estados Unidos vuelve a dar buenas noticias. En diciembre, se crearon más de 200.000 puestos de trabajo y la tasa de desempleo bajó al 8,5%, la mejor cifra desde febrero de 2009 y un resultado por encima de las expectativas.
Esto supone un descenso de dos décimas de la tasa de paro, pese a que los analistas, según una encuesta de Dow Jones, estimaban que no bajaría y se crearían sólo 155.000 empleos.
El dato, publicado este viernes por el Departamento de Trabajo de EEUU, se une a varias señales positivas de los dos últimos meses en Estados Unidos. Las rebajas han ido mejor de lo esperado, la confianza de los consumidores se parece más a la que era en 2007, el pequeño comercio planea expandirse en 2012 y todos los grandes fabricantes de coches han crecido.
La recuperación más evidente es la del sector manufacturero, el que creó más empleos. Y el sector servicios se ha expandido, aunque menos, por vigésimo quinto mes consecutivo. Las empresas privadas dieron trabajo nuevo a 212.000 personas, mientras que el Estado cortó 12.000 puestos.
En 2011, la economía estadounidense creó 1,64 millones de empleos, el mejor dato de los últimos cinco años; este año, podría superar los dos millones.
Un problema para Obama
Aun así, el nivel de paro es insólitamente alto para EEUU y sigue siendo un problema para la reelección de Barack Obama, que llegó al poder con una tasa del 7,8%. Ahora hay más de 13 millones de parados en EEUU y más de un 15% de los trabajadores están empleados a tiempo parcial en contra de lo que desearían.
Los que más sufren son los negros, con un desempleo de casi el 16%, y los hispanos, con el 11%. Los salarios se están recuperando y han subido un 2,1% en los últimos doce meses, pero este ritmo sigue siendo inferior a la inflación del 3,4%.
Lo que más teme ahora la Administración Obama es la mala influencia de la crisis de la zona euro. De hecho, hace un año el consumo también se empezó a reactivar y las tiendas dejaron de cerrar, pero las turbulencias del mercado zambulleron de nuevo a Estados Unidos en la incertidumbre.
El terremoto en Japón y el rebrote de la crisis en Grecia y después en España e Italia pararon la recuperación. Y en verano llegó la crisis política sobre la ampliación del límite del déficit público que puso al Estado al borde de la declaración de quiebra.
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