El presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, estimó ayer que el precio de las viviendas debe caer al 50% o el 60% de su tasación. Esto es, asumir un descuento de hasta el 50%. En el caso del suelo cree que debe caer un 65%, al 35% de su precio inicial. Fainé opina que esta rebaja «es suficiente» porque «a esos precios ya se venden inmuebles», aseguró ayer durante la presentación de los resultados del banco.
Así, bancos y cajas deberían provisionar hasta el 65% del suelo y hasta el 50% de los pisos. «Es preciso que continúen provisionando hasta esos baremos». CaixaBank realizó en 2011 dotaciones por 2.413 millones y saneamientos extra por 1.039 millones; con esto, su beneficio cayó hasta 1.053 millones, un 13,1% menos que en 2010.
Fainé avisó de que el sector «está abocado» a más fusiones y de que la de CaixaBank con otra entidad se dará solo si La Caixa mantiene el control del banco resultante y sirve para mejorar su obra social. El vicepresidente y consejero delegado, Juan María Nin, dijo que bajo esas reglas cualquier operación es «no solo factible sino deseable», tras ser preguntado sobre los rumores de integración con Bankia.
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