Aunque siempre vivió en una 'burbuja' dorada, hace años que se siente aún más guapa que nunca. Sabe que se puede casar con quien quiera y, de hecho, los solteros sin piso se rifan un trocito de su cotizado espacio. Pero en París no hay casa para todos y por eso los precios de la vivienda se han disparado en los últimos años hasta alcanzar un alza del 22% en 2011.
Francia ya ha llegado al pico de sus años de bonanza inmobiliaria. En 2011 fue un 7,3% más caro comprar una vivienda en el país, según datos de la Federación de Agentes Inmobiliarios, la Fnaim. Tras años de subidas, el sector del ladrillo despertará en 2012 de su sueño próspero y, según los expertos, los precios registrarán un descenso de entre el 2% y el 5%.
La escasez de suelo en las grandes ciudades, sobre todo en la capital, las blinda del aterrizaje. Los que tienen una casa en París tienen un tesoro. Lo saben los propietarios y también los que buscan una hucha en la que guardar sus ahorros. Ahora que la crisis ha convertido la Bolsa en un valor en riesgo cada vez más galos invierten su dinero en el suelo parisino. Según Crédit Agricole, los precios en la capital cuestan un 35% más de su valor real.Según un estudio realizado por CréditAgricole, el año 2011 "fue todavía bueno para el sector, aunque la diferencia entre vivienda nueva y usada fue importante". Si las ventas de pisos antiguos crecieron un 6%, las primeras cayeron un 13%.
Recortes estatales"Las alzas de los precios este año no han sido tan eufóricas como las anteriores", señala la Fnaim. Además de en las tablas, los síntomas de enfriamiento también se notan en las ventanillas de los bancos, donde los adquisidores tienen cada vez más trabas a la hora de acceder a un crédito con el que pagar la casa. Según Emprunt Direct, el 10% de los potenciales compradores ha perdido su valor de solvencia.
Los dos planes de ahorro presupuestario aprobados por el Gobierno francés han ayudado al aterrizaje, pues muchas de los recortesafectaban a las ayudas para acceder a la propiedad. Sólo un año después de su modificación se ha limitado el préstamo a tasa cero (antes se concedía a los primeros adquisidores de vivienda, de nueva construcción o usada, y ahora solo podrán disfrutarlo los que compren una nueva) y se han reducido las desgravaciones.
Estas trabas burocráticas y el miedo a la crisis están haciendo que los hogares frenen su deseo de propiedad y se agarren el bolsillo. Según un estudio de Fnaim, si hace un año el 49% soñaba con convertirse en propietario, ahora solo un 35% tiene intención de hacerlo.
"En Francia no hay peligro de que estalle ninguna 'burbuja' por el déficit de vivienda que existe en las grandes ciudades", explica Noyer, quien sí cree que París debe cambiar su política de construcción. Ahora que la economía estatal no está en condiciones de incentivar la demanda con ayudas, se trata de "trabajar sobre la oferta y desatascar los permisos de obra", aconseja el gobernador.A salvo de los descensos, la capital sí registrará subidas más moderadas, de entre el 2% y el 3%, según Century 21; del 10%, según la Fnaim. "Ahora estamos más cerca de la estabilización de los precios aunque no habrá una bajada como en España, Irlanda o Estados Unidos", explica el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, quien no tiene miedo a que el balón se pinche.
Fuente: Diario El Mundo
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