Los hermanos Kwok, los dueños de la segunda mayor fortuna de China, estimada en más de 15.000 millones de dólares, han sido arrestados. Su imperio, Sun Hung Kai Properties, la mayor inmobiliaria por capitalización bursátil del mundo, se tambalea.
Corrupción y construcción de viviendas parecen vivir parejas a lo largo del mundo. La detención de los hermanos Kwok, la segunda mayor fortuna china, por las autoridades anticorrupción de Hong Kong, pone bajo la lupa a una de los mayores inmobiliarias del mundo. Tras conocerse la detención de los hermanos, junto a un importante ex funcionario de la ciudad, la sociedad perdió un 15% de su valor, cerca de 4.900 millones de dólares de Hong Kong.
Sun Hung Kai Properties (SHKP) es uno de los mayores conglomerados inmobiliarios del mundo y da empleo a 35.000 personas. En 2011 facturó 62.533 millones de dólares hongkoneses (6.000 millones de euros) y obtuvo un beneficio neto de 48.097 millones de dólares hongkoneses. “No estamos hablando de una pequeña empresa, estamos hablando de una de las cinco mayores inmobiliarias del mundo”, explica una fuente radicada en la ciudad portuaria.
SHKP es el holding bajo el que se agrupan todas las actividades de la familia Kwok. Sus intereses van desde el inmobiliario hasta las telecomunicaciones o la gestión de las líneas de autobuses, pero el verdadero corazón del grupo es la construcción de viviendas. En Hong Kong son propietarios de 4,3 millones de metros cuadrados, y poseen más de 8,5 millones en la China continental. En los últimos años, el grupo comenzó una expansión que le estaba llevando a construir en el resto del país. SHKP ha levantado edificios, tanto de viviendas como centros comerciales, en Shanghai, Chengdu, Wuxi y Guangzhou (Cantón).
Los inicios del emporio se remontan a 1958 cuando Kwok Tak-Seng, el patriarca de la familia, fundó junto a dos socios SHKP. Tak-Seng era un emigrante chino que había llegado a Hong Kong a la búsqueda de nuevas oportunidades tras la segunda guerra mundial. Casado con Kwong Siu-hing, tuvo tres hijos: Walter (1950), Thomas (1951) y Raymond (1952). Por aquel entonces, supo ver cuál iba a ser el sector más pujante de la colonia británica: el desarrollo del incipiente mercado inmobiliario. Durante esos años, se convirtió en uno de los principales promotores de la zona gracias a que sus construcciones eran de mejor calidad que las del resto. En 1972 sacó la compañía a bolsa. Actualmente, la familia controla el 42% de la compañía, que están aglutinadas en un fideicomiso en el banco HSBC.
Durante estos años, el secreto ha rodeado a la familia y poco ha trascendido a la opinión pública. El único escándalo sonado en ese periplo sucedió en 1997, cuando un gánster de Hong Kong, llamado Cheung Tze-keung raptó a Walter Kwok durante siete días. El secuestrado estuvo retenido en un contenedor maniatado y con los ojos vendados. Kwok, fue liberado posteriormente tras el pago de un rescate de 600 millones de dólares hongokoneses. Cheung fue capturado en 1998 y condenado a muerte.
Muerte del patriarca
Tras la muerte del padre en 1990 por un ataque al corazón, la empresa quedó en manos de la madre, que gestionó con mano de hierro la compañía. Hasta que el escándalo saltó en 2008. Ese año la matriarca despojó de todos los cargos ejecutivos al primogénito. Los dos hermanos menores, Thomas y Raymond, apoyaron a la madre en su pugna contra el hermano mayor.
Tras la muerte del padre en 1990 por un ataque al corazón, la empresa quedó en manos de la madre, que gestionó con mano de hierro la compañía. Hasta que el escándalo saltó en 2008. Ese año la matriarca despojó de todos los cargos ejecutivos al primogénito. Los dos hermanos menores, Thomas y Raymond, apoyaron a la madre en su pugna contra el hermano mayor.
La causa de la degradación nunca se aclaró, y existen tres versiones. La primera, y la que se hizo pública fueron los supuestos problemas mentales de Walter. Su madre adujo que padecía un trastorno bipolar que le incapacitaba para gestionar la compañía. En su defensa, el hermano mayor alegó que la retirada de galones se debió a que quería dotar a la compañía de más transparencia y aclarar las relaciones con algunos proveedores del holding.
Una tercera versión proclama que la verdadera causa era la relación sentimental que Walter mantenía con una mujer que no era del gusto de la madre. La gota que colmó el vaso fue cuando éste intentó que entrara en el negocio familiar, lo que provocó la ira de su progenitora.
Tras quitar el mando a Walter, los hermanos Thomas y Raymond se pusieron al frente del emporio, ambos con cargos de vicepresidentes. Gracias a su gestión, ambos han pasado de ocupar la quinta posición entre las mayores fortunas a la segunda.
Ahora, con el paso del tiempo, la justicia amenaza el emporio Kwok. Las acusaciones por corrupción son de mucho calado. Poco está trascendiendo de la investigación, pero sí que están haciéndose públicos los nombres de los detenidos. Uno de ellos es el de Rafael Hui, antiguo vicepresidente de Hong Kong entre 2005 y 2007. Si las acusaciones que se vierten sobre ellos, que apuntan a algún caso de corrupción urbanística, China vería como la segunda mayor fortuna del país está acusada de corrupción.
Fuente: Expansión
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