La Unión Europea, junto a Estados Unidos, China y otros diez países, denunció a Argentina ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por las trabas a las importaciones que ha impuesto el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, quien justifica las medidas endurecidas en febrero pasado, en defensa de la industria nacional.
Las reclamaciones por las trabas al comercio exterior se iniciaron meses atrás por parte de empresarios de países miembros del Mercosur, que no firman la denuncia ante la OMC, y Estados Unidos, quienes realizaron planteamientos por las nuevas medidas que producen retraso de hasta varios meses en la obtención de autorizaciones para el ingreso de productos.
Ahora 40 países, entre ellos España como miembro de la UE, denunciaron ante la OMC la "continua y profunda preocupación ante la naturaleza y la aplicación de medidas restrictivas al comercio tomadas por la Argentina, las cuales están afectando negativamente importaciones de la Argentina desde un creciente número de miembros de la OMC", indica el documento presentado en Ginebra.
Los países denunciantes han relatado los pormenores de las trabas comerciales y citaron que empresarios que operan en el país han recibido "llamadas telefónicas" de autoridades argentinas para presionarles a que equilibren la balanza comercial adquiriendo mayores productos argentinos.
El documento señala la "falta de transparencia" de Argentina en el otorgamiento de licencias para importar productos, cuestión que según indican crea una "profunda incertidumbre tanto para exportadores como para potenciales exportadores hacia Argentina, así como para inversores".
Las reclamaciones ante la OMC han sido rechazadas por el Gobierno argentino que consideró que las medidas adoptadas son compatibles con las reglas de la OMC. El vicepresidente, Amado Boudou, ha señalado que se trata de un modelo de "protección nacional".
Por su parte, en un comunicado oficial la Cancillería de ese país ha asegurado que "el Gobierno seguirá ejerciendo la decisión soberana de sus políticas comerciales que han impulsado el mayor crecimiento económico de nuestra historia y cumpliendo con las normativas de la OMC pero rechazando cualquier tipo de injerencia externa".
Las nuevas restricciones han establecido como exigencia que los importadores presenten una Declaración Jurada Anticipada donde se justifique la adquisición de productos en el exterior y por qué no se fabrican en el país, y la autoridad de aplicación decide, sin criterios claros, si autoriza o rechaza la importación.
Además los países denunciantes cuestionan que se ha incrementado la lista de productos que requieren de autorizaciones especiales para su ingreso al país como ordenadores portátiles, maquinaria, juguetes, productos textiles y calzado. También la última semana se ha revertido ante la denuncia de diversos sectores, el bloqueo al ingreso de libros cuyo principal exportador es España.
La importación de productos por parte de Argentina ha alcanzado en 2011 los 73.922 millones de dólares (55.170 millones de euros) siendo la Unión Europea el tercer bloque comercial en importancia para ese país, según ha informado el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina.
En particular España, que se ubica entre los diez principales países que comercializan con Argentina, ha vendido el año pasado productos por 1.003 millones de euros, un 21,7% más que en 2010. La tecnología industrial e industria química lideran el ranking de productos vendidos al país Sudamericano, además del sector de medio ambiente y producción energética, industria auxiliar mecánica y de la construcción y tecnología de la información y de las telecomunicaciones.
Fuente: Cinco Días
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