ACS da un paso atrás en su batalla por ejercer toda su influencia en Iberdrola. La constructora ha colocado hoy un 3,7% de su paquete en la eléctrica, lo que le deja aún como mayor accionista con una participación del 14,85%, pero le aleja del objetivo de alcanzar el 20% el capital de la energética. Por qué este movimiento y por qué ahora.
LA VENTA, EN CIFRAS.
ACS ha colocado un 3,7% de su parte en Iberdrola a un precio de 3,62 euros por título, lo que supone un descuento del 7% en relación con la cotización de la eléctrica al cierre de ayer. Con la operación, el grupo presidido por Florentino Pérez obtiene casi 800 millones de euros que dedicará a reducir deuda. El impacto en los resultados del grupo de la desinversión con descuento alcanzará los 540 millones de euros. La compañía cuenta, no obstante, con compensar el batacazo con las plusvalías que obtendrá por otras desinversiones que tiene previsto realizar a lo largo del año.
ACS ha colocado un 3,7% de su parte en Iberdrola a un precio de 3,62 euros por título, lo que supone un descuento del 7% en relación con la cotización de la eléctrica al cierre de ayer. Con la operación, el grupo presidido por Florentino Pérez obtiene casi 800 millones de euros que dedicará a reducir deuda. El impacto en los resultados del grupo de la desinversión con descuento alcanzará los 540 millones de euros. La compañía cuenta, no obstante, con compensar el batacazo con las plusvalías que obtendrá por otras desinversiones que tiene previsto realizar a lo largo del año.
¿POR QUÉ AHORA?
La constructora tiene contabilizadas su paquete en Iberdrola a un precio medio de 7,1 euros por acción y cuenta con una importante deuda asociada a la inversión en la eléctrica de 4.962 millones de euros. La cotización de Iberdrola se ha situado varias veces este año por debajo de los 4 euros por título, nivel que marca el límite en que los bancos acreedores pueden exigir a ACS garantías adicionales para respaldar la deuda. ACS justifica la operación en su objetivo de reducir su deuda y en reforzar su liquidez, y niega que la colocación de esta participación se deba a una ejecución de garantías por parte de los bancos. La venta de las acciones de Iberdrola, según la compañía, se trata de una "medida de prudencia", dada la "volatilidad de la eléctrica de las últimas semanas".
La constructora tiene contabilizadas su paquete en Iberdrola a un precio medio de 7,1 euros por acción y cuenta con una importante deuda asociada a la inversión en la eléctrica de 4.962 millones de euros. La cotización de Iberdrola se ha situado varias veces este año por debajo de los 4 euros por título, nivel que marca el límite en que los bancos acreedores pueden exigir a ACS garantías adicionales para respaldar la deuda. ACS justifica la operación en su objetivo de reducir su deuda y en reforzar su liquidez, y niega que la colocación de esta participación se deba a una ejecución de garantías por parte de los bancos. La venta de las acciones de Iberdrola, según la compañía, se trata de una "medida de prudencia", dada la "volatilidad de la eléctrica de las últimas semanas".
LA DEUDA APRIETA
El grupo constructor acumulaba una deuda neta total de 9.334 millones de euros al cierre del pasado ejercicio. El año pasado ACS logró refinanciar parte del préstamo ligado a Iberdrola por importe de 900 millones y selló una extensión del contrato de equity swap por otros 2.430 millones, pero la baja cotización de la eléctrica le ha hecho recular, amén de la necesidad de reducir el montante total de su deuda.
El grupo constructor acumulaba una deuda neta total de 9.334 millones de euros al cierre del pasado ejercicio. El año pasado ACS logró refinanciar parte del préstamo ligado a Iberdrola por importe de 900 millones y selló una extensión del contrato de equity swap por otros 2.430 millones, pero la baja cotización de la eléctrica le ha hecho recular, amén de la necesidad de reducir el montante total de su deuda.
¿SE ACABÓ LA BATALLA POR IBERDROLA?
No. Aparentemente, no... o ACS asegura firmemente que no. La constructora se mantiene como mayor accionista de la Iberdrola y subraya su vocación de socio estable a largo plazo. Y, además, reitera su objetivo de sentarse en el consejo de administración de la eléctrica y dice no tener previsto seguir desinvirtiendo en Iberdrola. A partir de ahora, se verá cómo se articula esta pretensión y cómo se desarrolla el enfrentamiento entre Florentino Pérez e Ignacio Sánchez-Galán, un conflicto que ya se ha convertido en batalla judicial y al que parece que aún le quedan nuevos episodios.
No. Aparentemente, no... o ACS asegura firmemente que no. La constructora se mantiene como mayor accionista de la Iberdrola y subraya su vocación de socio estable a largo plazo. Y, además, reitera su objetivo de sentarse en el consejo de administración de la eléctrica y dice no tener previsto seguir desinvirtiendo en Iberdrola. A partir de ahora, se verá cómo se articula esta pretensión y cómo se desarrolla el enfrentamiento entre Florentino Pérez e Ignacio Sánchez-Galán, un conflicto que ya se ha convertido en batalla judicial y al que parece que aún le quedan nuevos episodios.
MÁS DESINVERSIONES
Los planes de ACS para reducir deuda pasan por realizar desinversiones de activos no estratégicos a lo largo de este año, con el objetivo de desprenderse de activos por valor de 3.000 millones. Un importe que le permitiría dejar el ratio deuda/ebitda por debajo de tres veces. Entre las desinversiones previstas figuran líneas de alta tensión en Brasil, plantas termosolares, activos eólicos y algunas participaciones en concesiones de autopistas.
Los planes de ACS para reducir deuda pasan por realizar desinversiones de activos no estratégicos a lo largo de este año, con el objetivo de desprenderse de activos por valor de 3.000 millones. Un importe que le permitiría dejar el ratio deuda/ebitda por debajo de tres veces. Entre las desinversiones previstas figuran líneas de alta tensión en Brasil, plantas termosolares, activos eólicos y algunas participaciones en concesiones de autopistas.
Fuente: Diario Expansión
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