Con la implantación de las guarderías en el trabajo todos ganan: empresa y empleados. Por un lado, se logra reducir el absentismo y aumentar la motivación del empleado; por otro, el trabajador gana en tranquilidad al tener a su hijo cerca y ahorra dinero gracias a la subvención de la compañía. Además, esta medida reporta beneficios fiscales ya que no computan en el Impuesto de Actividades Económicas y deducen el 10% en el Impuesto de Sociedades.
Consciente de la mejora que suponen para el sector empresarial y de que se trata de una asignatura pendiente, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, anunció un plan de apoyo a las familias que incluirá incentivos por la implantación de estos centros en el lugar de trabajo.
Algunas empresas pioneras en España llevan años potenciando que los trabajadores acudan a su puesto de trabajo acompañados por sus bebés. El Ministerio de Trabajo, como no podía ser de otra manera, fue de los primeros en 2003. Después otras empresas e instituciones publicas se subieron al carro como el Banco Santander, la CMT, ElPozo Alimentación, el Hospital de Fuenlabrada y algunos más del sur de Madrid, Abengoa, Metrovacesa, el Ministerio de Defensa, el Congreso de los Diputados y la Guardia Real, entre otros ejemplos.
H. de Fuenlabrada
Mª Pilar Casado, la directora de WorkandLife, la consultora que gestiona el centro infantil del Banco Santander, explica que esta guardería empresarial es la más grande del mundo con 500 años en sus aulas por delante de la del First Union Bank (300 niños) y la del Parlamento Europeo (200).
La directora de WorkandLife destaca las ventajas que tiene esta medida para la Economía y subraya que el paso fundamental para crearlas es que haya demanda por parte de los trabajadores y también que los directivos apoyen la conciliación laboral.
De hecho, el interés de los trabajadores y el comité de empresa fueron la clave para la creación del centro infantil del Hospital de Fuenlabrada. Un total de 58 niños acompañan a sus padres en sus jornadas de trabajo en el hospital madrileño en turnos de mañana y tarde. Mª Luz Montero, responsable de Servicios Generales, explica que la guardería cuesta unos 394 euros por niños y que hay tres tramos de ayudas en base la renta per cápita de 50, 75 y 100 euros. El éxito de la guardería entre los empleados es tan grande que hay lista de espera. «Es un lujo tener la escuela infantil en tu centro de trabajo», explica Montero.
Espacio mínimo requerido
Además, de la demanda de los trabajadores, otro de los condicionantes reside en los requisitos mínimos de apertura que dependen de las autonomías por tener transferidas las competencias de Edicación. En la Comunidad de Madrid existe un Real Decreto 18/2008 del 6 de marzo de requisitos mínimos . También hay que tener en cuanta las Ordenanzas Municipales que regulan las condiciones higiénico-sanitarias. Todo ello está amparado por la LOE de 2/2006 de 3 de mayo, según explica Jaime Pardo, director de Kidsco, otra consultora que gestiona los centros infantiles del Ministerio de Defensa e Interior y de Abengoa y Metrovacesa, entre otros.
Así, en algunos casos, las aulas deben tener un tamaño mínimo de 30 metros cuadrados y en otros, se mide por el metro cuadrado por niño. Por ejemplo, en la guardería de ElPozo Alimentación en Alhama de Murcia el espacio total es de 1.000 metros cuadrados y cuenta con 60 niños matriculados. El centro infantil se puso en marcha en octubre de 2005 para «crear herramientas eficaces para que todos los trabajadores de la empresa puedan tener unamayor calidad de vida», según explican fuentes de ElPozo. Además, la empresa subvenciona el 58% del importe de la matrícula del niño.
Fuente: ABC
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