Tras más de trece horas de intensas negociaciones a diecisiete y entre el Gobierno de Lukás Papadimos y miembros del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) -que representa a los acreedores privados- la eurozona ha dado el esperado 'sí' a Atenas.
Un 'sí' condicionado a que cada uno de los protagonistas del acuerdo asuman importantes responsabilidades.
Grecia
-Reducción drástica de deuda. La zona euro ha exigido que Grecia alcance un nivel de endeudamiento "sostenible" en 2020 con un ratio de deuda respecto al PIB del 120,5%.
La troika -la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo- determinaron en su informe sobre la sostenibilidad de la deuda que Grecia solo podía reducir su deuda al 129% si no se tomaban medidas para evitar el desvío.
Para lograr el objetivo de reducción de la deuda, la eurozona también reducirá de manera retroactiva los intereses que cobra a Grecia por préstamos bilaterales desde 2010.
El margen se situará en 150 puntos básicos frente a los 200 que había para los primeros tres años y los 300 posteriores, lo que permitirá rebajar la deuda helena en 2,8 puntos básicos y bajar las necesidades financieras en 1.400 millones de euros.
-Pérdida de soberanía. La aprobación del rescate supondrá, no obstante, que Atenas tenga que aceptar un control reforzado sobre el terreno y crear una cuenta bloqueada para dar prioridad al pago de la deuda.
En este sentido, Grecia ingresará un monto correspondiente al pago de la deuda de los próximos trimestres en una cuenta especial de su banco agente y bajo supervisión de la 'troika'.
En concreto, la Comisión Europea reforzará el grupo de trabajo para Grecia, en particular mediante una "presencia mejorada y permanente sobre el terreno", con el fin de mejorar su capacidad a la hora de prestar y coordinar la asistencia técnica.
La 'troika'
La eurozona ha salvado una vez más a Grecia de una suspensión de pagos inmediata al dar finalmente luz verde a un segundorescate de 130.000 millones de euros hasta 2014.
-BCE. El beneficio que saque el Banco Central Europeo de la venta o el canje de bonos griegos será entregado a los bancos nacionales y el beneficio que registren los bancos nacionales será destinado a los países de la eurozona.
El BCE dispone en la actualidad de 40.000 millones de euros en bonos griegos, con un valor a su vencimiento de 55.000 millones de euros, según informa 'Expansión'.
-FMI. En cuanto a la contribución del FMI al segundo rescate la directora gerente, Christine Lagarde, explicó que llevará la decisión de hoy al consejo ejecutivo de la institución monetaria internacional en la segunda semana de marzo, pero no aclaró si finalmente aportará un tercio o solo 13.000 millones de euros como informó el fin de semana el 'Wall Street Journal'.
En cualquier caso, la eurozona asegura en su comunicado quehabrá una "aportación significativa" por parte del FMI.
-La eurozona. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha indicado además que el canje de bonos que se iniciará el 8 de marzo establece unos tipos del 2% y subirán gradualmente, hasta un 3% y 4% después de 2020.
También se ha decidido rebajar los intereses que cobra a Grecia por los préstamos bilaterales concedidos desde 2010 a 150 puntos básicos por encima del euríbor.
Por último, algunos estados miembros harán también una aportación adicional renunciando a los beneficios que genera el programa de compra de bonos de los bancos centrales.
El sector privado
Los acreedores privados de Grecia tendrán que asumir una quita del 53,5% del valor nominal de los bonos helenos en sus carteras, ha adelantado el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
De este modo, Grecia reducirá de golpe el saldo vivo de su deuda en unos 107.000 millones de euros. En suma, la quita que asumen los acreedores privados (bancos, fondos de inversión, etcétera) se elevará hasta el 75% ya que tras el canje de bonos, los nuevos títulos tendrán un interés medio más bajo. En concreto, pagarán un cupón medio anual del 2% hasta 2015; del 3% entre 2015 y 2020; y del 3,5% a partir de ese año.
Los acreedores privados han cedido tras las amenazas de Alemania y Países Bajos de una quiebra total de Grecia.
El aumento de la contribución del sector privado al segundo rescate de Atenas permitirá cubrir la brecha de financiación que faltaba para lograr el objetivo de reducir la deuda helena del 160 por ciento actual al 120,5 por ciento en 2020, tal y como habían pedido los líderes europeos.
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