Esta vez sí puede (y debería) ser la definitiva. Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona se reunirán hoy en Bruselas con el propósito de dar el visto bueno al segundo rescate a Grecia después de un interminable proceso de negociaciones que ha culminado con el triple compromiso por parte de las autoridades helenas para cumplir con las exigencias de la eurozona.
Hasta llegar aquí han sido necesarios dos Eurogrupos extraordinarios (uno presencial y otro telefónico) e incontables encuentros entre el Gobierno griego con la Troika, por un lado, y con los acreedores privados, por otro.
Finalmente Grecia está en condiciones de recibir este segundo paquete de asistencia financiera, según fuentes diplomáticas citadas por Europa Press. El país aprobó el pasado domingo en el pleno parlamentario un nuevo ajuste por valor de 3.325 millones de euros.
Posteriormente, el miércoles, los dos principales líderes políticos (el socialista Yorgos Papandreu y el conservador Antonis Samaras) enviaron una carta firmada con su compromiso personal de que continuarán con el programa de reformas impuesto por la Troika una vez que el actual Gobierno tecnócrata se disuelva y se convoquen elecciones generales.
La tercera exigencia también se ha cumplido al concretar con detalle dónde recortar los 325 millones de euros adicionales que hacían falta después de rechazar una reducción en las pensiones.
Deuda 'sostenible'
El miércoles el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, confirmó que la aprobación de este segundo rescate estaba cerca, a falta de concretar algunas medidas de supervisión reforzada al país. El acuerdo incluirá un préstamo oficial de 130.000 millones de euros más una operación de canje de bonos de los acreedores privados para permitir reducir la deuda de Grecia en 100.000 millones de euros. El objetivo último es conseguir que el país alcance un nivel "sostenible" de endeudamiento en 2020equivalente al 120% del PIB (ahora supera el 160%).
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, descartó el domingo cancelar el rescate y también pierde fuerza la propuesta del titular holandés, Jan Kees de Jager, de retrasar la ayuda hasta después de las elecciones generales, que presumiblemente se celebrarán en abril. Por tanto se espera que hoy se logre el sí definitivo con algunas modificaciones en el plan inicial. "No consideramos una posibilidad de fracaso. Cuanto más nos demoremos, más aumentará el coste", señalan estas fuentes diplomáticas.
Una de ellas será la creación de una cuenta bloqueada donde se ingresarán los fondos que necesita Grecia. La zona euro se asegurará así de que sólo se dispondrá de ese dinero cuando los ajustes se vayan cumpliendo y que esos préstamos sólo se destinan a su único fin: pagar los vencimientos de deuda. También se debatirá esta tarde si se crea algún tipo de comisión de seguimiento permanente que resida en Atenas y supervise en nombre del FMI y la Comisión Europea cada progreso (o retroceso) de Grecia.
El mecanismo de ayuda, en cualquier caso, no es sencillo. El programa incluye un préstamo oficial y una participación privada, con una quita voluntaria cercana al 70%. Para llevar a cabo este canje de bonos, la zona euro tendrá que poner unos avales adicionales de 35.000 millones de euros para garantizar que los bancos griegos, principales acreedores de su país, pueden seguir financiándose en el Banco Central Europeo (BCE) durante el breve tiempo en que los bonos del país sean considerados por las agencias de 'rating' como "impago selectivo".
El proceso de canje de bonos empezará el 8 de marzo y concluirá tres días más tarde. En este periodo los acreedores privados sustituirán su actual inversión en deuda griega por nuevos títulos con un valor nominal de la mitad y un plazo de vencimiento de 30 años con interés anual del 3,5%. Esto hace que la quita total asumida ronde el 70%. Es decir, que por cada 1.000 millones que se tiene en deuda griega sólo se cobrará ahora 300.
Además, si la cantidad oficial (los 130.000 millones de euros) no fuera suficiente, el Banco Central Europeo (BCE) podría añadir la parte restante renunciando a los posibles beneficios que le generará su cartera de bonos públicos griegos. Así se podría reducir en alrededor de 11.000 millones adicionales el endeudamiento del país.
El relevo de González Páramo
Después de dos Eurogrupos extraordinarios, la de hoy es la única reunión que en realidad estaba programada en el calendario de la UE. La cita tendrá además otro punto de discusión importante: el relevo del español José Manuel González Páramo como miembro del Consejo de Gobierno del BCE cuando acabe su mandato el 31 de mayo. González Páramo es uno de los seis miembros del máximo órgano ejecutivo del BCE y por tanto su relevo supone una pugna entre distintos países de la eurozona que quieren 'sentar' a un compatriota en ese sillón.
España reclama el cumplimiento de la regla no escrita que dice que las grandes economías de la zona euro deben tener a un representante en este órgano. Italia tiene al presidente, Mario Draghi; Alemania, a Peter Praet; y Francia cuenta con Benoît Coeuré. Por eso el Gobierno de Mariano Rajoy ha presentado como candidato a Antonio Saínz de Vicuña, actual miembro del equipo jurídico del eurobanco.
Lo que en teoría debería ser un nombramiento sin complicaciones puede acabar hoy en sorpresa porque algunos países de la eurozona más pequeños pero con mayor solvencia (Luxemburgo y Finlandia, especialmente) han presentado también a sus propios candidatos.
Fuente: Diario El Mundo
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