¿Servirán los manguerazos de liquidez a la banca delBCE para reactivar el crédito? Esa es la esperanza, pero por ahora la desconfianza sigue en máximos.
La banca europea pidió más de medio billón de euros adicionales al Banco Central Europeo en la subasta a tres años celebrada este miércoles. ¿Dónde está este dinero? Más de 300.000 millones parecen haber ido directos a la caja fuerte del BCE.
Así lo muestras los datos que el supervisor acaba de publicar en su web. Las cifras se refieren al 1 de marzo, el jueves, el primer día tras la barra libre de liquidez. Si la jornada anterior la hucha estaba ya rebosante, con 475.219 millones de euros depositados por la banca, ahora está a punto de explotar. Son 776.941 los millones de euros que las entidades financieras han dejado ahí. Se trata de un incremento de más de 300.000 millones en solo 24 horas y de un volumen nunca visto, incluso durante una crisis tan proclive a pulverizar cualquier récord (siempre negativo) como la actual.
Lo que se denomina caja fuerte o hucha del BCE no es otra cosa que la facilidad de depósito, la cuenta donde el supervisor permite que la banca guarde su dinero a cambio de una mínima remuneración del 0,25%. Puesto que el banco central vendió esos mismos fondos al 1% en la subasta del miércoles, es evidente que la banca pierde dinero con esta operación.
El porqué de esa pérdida voluntaria cuando prestar el dinero les reportaría muchas más ganancias hay que buscarlo en la desconfianza. Puede que las medidas del presidente del BCE, Mario Draghi, hayan conseguido poner fin a la crisis de liquidez y a las tensiones en la deuda pública de los países con problemas, pero los bancos siguen sin fiarse ni de sí mismos ni del público en general.
Y es que, además de los 777.000 millones que hay en la caja fuerte, el BCE también custodia otros 131.345 millones de euros que las entidades financieras tienen consignados en la cuenta destinada a cubrir las reservas mínimas, el coeficiente de caja que la banca tiene que guardar en función de sus activos. Es cierto que el libre uso de ese dinero es más cuestionable, pero no deja de ser liquidez y lleva los fondos depositados en el supervisor por encima de los 900.000 millones. "Si alguna vez se deciden a prestarlo, va a ser un festival", señala un analista del mercado.
La escalada vertical en 24 horas del dinero llevado a la caja fuerte del BCE pone en duda una de las afirmaciones de Draghi: que las entidades que van a la megasubasta y las que meten su dinero en la hucha son distintas.
Puede que eso fuera cierto con la primera subasta de liquidez a tres años, celebrada el pasado 21 de diciembre. Antes de la inyección, los fondos de la facilidad de depósito del BCE rondaban los 250.000 o 260.000 millones de euros. A principios de ese mes incluso habían sobrepasado los 300.000 millones. Después de la primera barra libre, el dinero subió, pero no tanto. El 22 de diciembre estaba en 347.000 millones y al día siguiente, en 412.000 millones. Hubo que esperar al 16 de enero para que la caja fuerte superara el medio billón.
Nada que ver con lo sucedido ahora. El incremento de 300.000 millones en un día y la cifra total de 777.000 millones en la hucha o de 900.000 millones en total en el BCE parecen demostrar que, esta vez sí, buena parte de los que han ido a la subasta han vuelto a guardar el dinero en el supervisor.
Queda la esperanza de que sea una cuestión de tiempo, que los 800 bancos (muchos más que la vez anterior) que acudieron esta semana a la megasubasta hayan recurrido al BCE solo mientras deciden qué hacer con el dinero. Una parte irá (lleva semanas yendo) a la compra de deuda pública de países como España e Italia, donde las entidades financieras se embolsan un buen margen. El resto, ya se verá.
Fuente: Diario CINCO DÍAS
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