España tendrá que ajustar 55.000 millones este año y no 34.000 para cumplir con el objetivo de reducción del déficit, según Funcas. La interrelación entre crecimiento del PIB y el agujero en las cuentas está detrás de esta disparidad de cifras.
El ajuste fiscal que deberá hacer la economía española este año es de 55.000 millones y no de 34.000 como auguran algunos analistas. Así lo asegura el director de Coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), Ángel Laborda, quien considera necesario este ajuste para cumplir con el objetivo de consolidación fiscal fijado para este año, el 5,3% partiendo del 8,51% de 2011. ¿Por qué debe conseguir España recortar el gasto o aumentar los ingresos en 55.000 millones? ¿A qué se debe que la cifra sea superior a lo que se podría pensar si el recorte es de 3,2 décimas?
Ángel Laborda lo resume con la siguiente afirmación: "Una cosa es cuánto se reduce el déficit en términos netos y otra lo que hay que hacer para llegar al objetivo". Cumplir con el programa de estabilidad, asegura Laborda, exige hacerlo con "el componente estructural pero además está el componente cíclico". Es decir, cuando la economía cae al 1,7% en lugar de crecer al 1%, entran en juego los estabilizadores automáticos.
Su entrada en liza se traduce en un aumento del gasto debido al repunte, entre otras, de las prestaciones por desempleo y de otros gastos sociales. En las actuales circunstancias, el Gobierno no va a permitir que actúen los estabilizadores automáticos y tendrá que compensarlos con otras medidas que pasan por la reducción del gasto -más recortes- o por el aumento de la recaudación vía impuestos.
En este escenario de ajuste se produce un fenómeno circular: el propio ajuste agrava la caída del PIB y ésta implica un esfuerzo adicional para lograr cumplir con objetivo de déficit. Funcas calcula que por cada punto que se reduce el déficit se recorta el crecimiento del Producto Interior Bruto en seis o siete décimas porcentuales.
De esta forma, el recorte de 3,2 puntos que plantea el Gobierno tendría un impacto de entre 2 y 2,5 puntos. Esto es la caída del PIB del 1,7% este año que recoge el cuadro macroeconómico del Ejecutivo y Funcas en sus previsiones.
Además, los economistas calculan que por cada punto de caída del PIB respecto a la previsión inicial, el déficit público se reduce en cuatro décimas menos de lo esperado. Menos crecimiento supone menos actividad, menos consumo, una caída de los ingresos fiscales, y, por tanto, el ajuste fiscal se desacelera.
Tener en cuenta todos estos factores -el efecto reducción del gasto en el PIB, los cambios en la recaudación y el incremento del gasto derivado de la caída del PIB- implica que el ajuste fiscal sea de 55.000 millones y no de 32.000 a lo que equivaldrían en números redondos reducirlo en 3,2 puntos porcentuales, teniendo en cuenta que el PIB español ronda el billón de euros.
Escenarios más negativos
La previsión de Funcas podría incluso considerarse optimista si se compara con la de otros economistas. Es el caso de Jesús Fernández-Villaverde, profesor de la Universidad de Pennsylvania, y de Luis Garicano, de la London School of Economics, que en un reciente artículo publicado en EXPANSIÓN hablaban de que el ajuste podría tener que situarse entre los 53.000 y los 64.000 millones.
La previsión de Funcas podría incluso considerarse optimista si se compara con la de otros economistas. Es el caso de Jesús Fernández-Villaverde, profesor de la Universidad de Pennsylvania, y de Luis Garicano, de la London School of Economics, que en un reciente artículo publicado en EXPANSIÓN hablaban de que el ajuste podría tener que situarse entre los 53.000 y los 64.000 millones.
En este contexto, el Ejecutivo anunció en su primer Consejo de Ministros, en diciembre, un paquete de medidas de ajuste para poder contrarrestar un déficit heredado del Gobierno anterior que en 2011 superaba el 8% del PIB (frente al 6% que se esperaba).
Para solventar ese exceso de déficit y cumplir con la senda de ajuste, el equipo de Rajoy anunció una importante subida fiscal del IRPF (entre otras) y un recorte de gasto (de unos 8.600 millones). En total, un ajuste de unos 15.000 millones. El resto, se conocerá el viernes, cuando el Consejo de Ministros apruebe los Presupuestos Generales del Estado.
Fuente: Diario Expansión
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