La congelación salarial para dos años que establece el nuevo convenio colectivo recién sellado por las cajas de ahorros se está revelando como un punto de partida excesivamente optimista en vista de los anuncios realizados por varias de las entidades firmantes en los últimos días. Si la pasada semana fue Novagalicia Banco quien avanzaba la firma de un plan de ajuste del gasto -que incluye un recorte de sueldo de entre el 2% y el 15%- ayer fue el turno de Bankia, que anunció su pretensión de ahorrar 200 millones de euros de la masa salarial de su plantilla en dos años.
Semejante recorte equivale a una reducción anual del 10% de los sueldos, según los cálculos de CC OO. La central, al igual que el resto de sindicatos con representación en el grupo, se negó ayer a la propuesta de partida de la entidad, a la que reclaman las cuentas que sustentan esta exigencia y una lista del resto de recortes de gasto previstos. "Es difícil legitimar una reducción de este tipo, mientras no se aborde el recorte de otros factores como el gasto en asambleas, consejos… La antigua estructura ya no tiene sentido, habría que racionalizarla, tanto por su tamaño como por sus costes", defienden desde CC OO.
Desde Bankia justifican este esquema de reducción del gasto por la actual situación económica y financiera, y la consideran un paso más del plan estratégico de integración de las siete cajas que conforman el banco. Así, los gastos generales -que incluyen la masa salarial- de la entidad fueron de 2.577 millones en 2010, se rebajaron a 2.156 el pasado ejercicio, y se prevé que bajen de los 2.000 millones para el próximo año.
La entidad, eso sí, se ha comprometido con su plantilla a ingresar junto a la nómina de marzo -que suele pagarse el antepenúltimo día del mes- el montante correspondiente al salario variable de 2011. Un pago que fue suspendido en febrero, cuando correspondía, y que los trabajadores recibirán en la misma cuantía en la que estaba previsto en origen. A partir de ahí, Bankia aspira a homogeneizar las siete modalidades de sueldo variable que el grupo mantiene tras su fusión.
Una unificación a la baja sería, de hecho, una de las vías posibles del recorte salarial que la entidad comenzará a negociar con los sindicatos la próxima semana. El grupo contempla todas las vías posibles para rebajar costes, lo que incluye modificar nóminas, complementos, dietas, horarios así como salidas de personal, aunque señala la destrucción de empleo como la última opción posible.
Desde los sindicatos destacan que la gran cantidad de prejubilaciones aprobadas durante la fusión de cajas que encabezaron Caja Madrid y Bancaja reduce la posibilidad de recurrir ahora a salidas no traumáticas. Fuentes cercanas a la entidad manifiestan, sin embargo, que unos 700 empleados más podrían acogerse aún al esquema de 4.000 salidas aprobado en 2010.
La entidad aspira a rebajar de los 2.000 millones los gastos generales en 2013
Fuente: Diario Cinco Días
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