La financiación de la banca al ladrillo se ha reducido un 5,5% el año pasado, el doble que el año anterior.
El descenso del crédito a los promotores inmobiliarios sigue sin reflejar la verdadera naturaleza de la crisis. Las abundantes refinanciaciones que los bancos conceden a estos empresarios, para evitar clasificar como morosos los créditos, provocan que el saldo crediticio en manos de las entidades no se desplome.
Aún así, en 2011 se ha reducido un 5,5%, más del doble de la caída del año anterior, que apenas fue de un 2,2%. En 2009, cuando la explosión de la burbuja del ladrillo ya se había manifestado con todo su crudeza, la financiación bancaria a este sector siguió creciendo (un 1,6%).
En total, los promotores inmobiliarios deben a bancos, cajas y cooperativas 298.267 millones. Este saldo ha bajado de los 300.000 millones de euros por primera vez desde 2006. En paralelo, los créditos morosos siguen subiendo. Cerraron el año en 62.366 millones, un 41% más que a finales de 2010. La ratio de morosidad del ladrillo se ha situado en el 20,91%.
La situación no es mucho mejor para el sector de la construcción, donde el crédito ha caído otro 14% en 2011, descendiendo de los 100.000 millones por primera vez desde 2004. La morosidad de las constructoras está en el 17,66%.
Fuente: Diario Expansión
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