La clase trabajadora se moja pero no se arruga", gritaba ayer el líder de la Unión de Madrid de Comisiones Obreras, Javier López, durante su intervención al término de la manifestación sindical del Primero de Mayo en Madrid, en medio de un impresionante aguacero. Pero la lluvia no impidió que decenas de miles de personas salieran en la capital de España a reclamar los derechos de los trabajadores.
La manifestación de Madrid fue, sin duda, la más numerosa del Día del Trabajo de los últimos años, aunque hubo menos asistentes que los registrados por otras recientes concentraciones contra los recortes presupuestarios o contra la reforma laboral el día de la huelga general. Además, el mal tiempo y, sobre todo, la situación económica del país deslucieron la marcha que transcurrió entre serios semblantes y pocos cánticos, a diferencia de lo que es habitual en esta concentración del Primero de Mayo. En cualquier caso, el símil del líder sindical madrileño asegurando que los trabajadores "no se arrugan" fue una forma más de trasladar el mensaje que lanzaron ayer CC OO y UGT a través de 80 manifestaciones en toda España: los sindicatos seguirán "manifestándose de forma creciente" contra el Gobierno y su política económica, según anunció el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo.
Los líderes sindicales hicieron hincapié en que las movilizaciones se intensificarán a pesar del endurecimiento penal anunciado por el Gobierno contra la alteración del orden público y que, probablemente, se apruebe en el Consejo de Ministros del próximo viernes. "No vamos a olvidar lo que han hecho (por el Ejecutivo del PP), vamos a seguir rechazándolo con todas nuestras fuerzas aunque nos pretendan imponer la ley del silencio", dijo el número uno de UGT, Cándido Méndez, en referencia al futuro endurecimiento de las sanciones contra "los gamberros", como calificó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a quienes se manifiestan.
Según explicó Toxo, "tardaremos más o menos en impedir que se consolide esta reforma laboral, pero sabemos que esta ley no va a presidir las relaciones laborales de España; no es el final, saldremos a la calle, aunque les moleste". Los sindicatos ya advirtieron el pasado 29 de marzo, día en el que se celebró la última huelga general, que aquel paro "no era el fin". Entonces, los líderes de CC OO y UGT se marcaron este Primero de Mayo como fecha clave para saber si se plantearían una nueva huelga general. Pues bien, ayer ninguno de los responsables sindicales que intervinieron tras la manifestación de Madrid mencionó siquiera la posibilidad de convocar otro paro. Esto no significa que esté totalmente descartado, pero sí a corto plazo, según fuentes sindicales, que insistieron en la necesidad de mantener el "pulso creciente" de la presión al Gobierno, mediante toda clase de movilizaciones.
De hecho, hasta el momento, los sindicatos no han logrado que el Ejecutivo cambie sustancialmente la reforma laboral ni que frene los ajustes presupuestarios; sino todo lo contrario, ayer hizo público que el Plan Nacional de Reformas incluye, entre otras cosas, duras actuaciones contra el absentismo en el sector público. Méndez y Toxo expresaron su solidaridad con ese colectivo y el líder de UGT acusó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de "intentar, un cuarto de siglo después, aplicar la doctrina Thatcher", en referencia a la primera ministra británica que privatizó la sanidad y los transportes en el Reino Unido. Las previsiones de CC OO y UGT no son mejores. Así, Toxo, estimó que este año se superarán los 630.000 nuevos parados estimados por el Gobierno.
La reacción de los partidos políticos
El PSOE asegura que Rajoy se está "quedando solo"
El PSOE, que ayer apoyó las manifestaciones sindicales, celebró que la UE "prepare una especie de Plan Marshall". En este sentido, los socialistas recordaron que Alfredo Pérez Rubalcaba ya propuso durante la campaña electoral adoptar medidas para estimular el crecimiento económico. El principal grupo de la oposición consideró que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se está "quedando solo" en Europa con el anuncio de más recortes.
IU considera que los trabajadores están sufriendo un "ataque brutal"
Izquierda Unida defendió que el Primero de Mayo debe servir para dejar claro la necesidad de una salida social de la crisis, con la defensa de lo público y del empleo, así como del derecho a la vivienda, la igualdad y la no discriminación.
En su manifiesto, IU consideró que las movilizaciones de ayer reflejan que los ciudadanos no están dispuestos a aceptar una salida de la crisis que no vaya a favor de la mayoría social, y sostuvo que se precisa "una auténtica rebelión" ciudadana por los derechos.
IU criticó el ataque "más brutal y antidemocrático" que hayan sufrido los derechos de los trabajadores en mucho tiempo, con unas medidas del Gobierno contra la recesión que en realidad son "un redoblado intento de rapiña" sobre los salarios y las conquistas sociales.
El PP critica las "algaradas" para generar alarma
El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, instó ayer al PSOE a superar "el miedo" a que la economía española mejore y tildó de "lamentable" que "desde la izquierda" se acose al Gobierno de Mariano Rajoy con "algaradas" y generación de "desconfianza y alarma social".
Desde la sede del PP en Madrid, Hernando lamentó que la izquierda política pretenda "azuzar al miedo a la sociedad española".
Fuente: Cinco Días
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