sábado, 9 de junio de 2012

El Eurogrupo dará hasta 100.000 millones para el rescate sin imponer nuevos ajustes al Gobierno


Una funcionaria entra en el ministerio de Economía con bolsas de comida. | Gonzalo Arroyo
Una funcionaria entra en el ministerio de Economía con bolsas de comida. | Gonzalo Arroyo
  • Sólo habrá exigencias para las entidades financieras
  • En un escenario adverso, sólo se librarían Santander y BBVA
  • Se podría hacer un llamamiento al FMI para que contribuya al plan

Después de casi tres horas de conversaciones sobre el rescate de la banca española, los ministros de Finanzas de la zona euro han llegado a un principio de acuerdo en el que se aportará una ayuda máxima de 100.000 millones de euros, sin imponer condiciones de política económica al Gobierno de Rajoy, según ha podido saber ELMUNDO.es de fuentes próximas a la reunión.
Las condiciones se centran exclusivamente a la banca española. Entre otras incluye una limitación en la política de dividendo y en la remuneración de los directivos.
Para el acuerdo ha sido necesario que la ministra de Finlandia levantara finalmente su voto en contra, porque alegaba que las condiciones impuestas no eran suficientes.
Según fuentes europeas, la propuesta inicial contempla un monto más bajo -de en torno a 70.000 o 80.000 millones- pero se fija un colchón adicional hasta completar el tope por si las cifras resultantes de los estudios que ha encargado el Ejecutivo elevan la factura.
Esta cuantía es un "límite máximo" y todavía no se ha concretado ni la cantidad exacta, ni los plazos de entrega del montante, aunque se cree que no tendrán lugar antes de final de mes.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, también ha participado en la teleconferencia. Según Moncloa, no ha sido el ministro de Economía quien la ha convocado. A las 19.30 horas, se conocerán los detalles por boca de Luis de Guindos.
"Estamos hablando de uno de los rescates financieros más grandes de la historia", ha dicho. En el programa de asistencia a Irlanda la parte destinada a recapitalizar los bancos ascendió a 35.000 millones, mientras que en Grecia y Portugal se prestaron para este fin 24.000 y 12.000 millones, respectivamente.
Antes de pedir el préstamo, el Gobierno quiere asegurarse que las condiciones no incluyen un ajuste macroeconómico y que la supervisión y el control de la eurozona sólo se centran en el sector financiero. En este sentido el director gerente del fondo de rescate (FEEF), Klaus Regling, ha advertido de que "todas las ayudas van unidas a una condicionalidad apropiada".
Esta madrugada, el FMI daba a conocer su informe sobre el sistema financiero español en el que calcula que la banca necesitará entre 37.000 y 80.000 millones de euros.
En el citado documento, toda la banca española puede ser susceptibe de necesitar ayuda pública si se confirmara un escenario adverso de grave recesión salvo el Santender y el BBVA. En un segundo escalón, con muy limitadas posibilidades de tener que recurrir ayuda pública, figuran CaixaBank y Kutxa Bank.
Es posible que Guindos no concrete la cifra definitiva a la espera de conocer el resultado de los dos evaluadores independientes, que deberán complementar el informe del FMI.
Hoy sólo se aprobará el rescate a España si el Gobierno hace una petición formal, pero sí que se debatirán los mecanismos para articular la ayuda a España. Es un requisito imprescindible porque la eurozona no puede decretar el rescate a un país si antes este no lo ha decidido.

A la espera de un comunicado

El Eurogrupo emitirá un comunicado al término de la teleconferencia, según precisó el portavoz Guy Schuller, quien no confirmó si España presentará una petición formal de ayuda. Juncker pidió hoy una rápida y urgente solución para la crisis de la banca en España y subrayó que la situación de este país no es comparable a la de Grecia a la vista de los esfuerzos de consolidación presupuestaria del Gobierno español.
La decisión de conceder o no la ayuda corresponde al Eurogrupo y debe basarse en una recomendación del Consejo de Directores de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF), que está presidido por el alemán Klaus Regling.
En la reunión de hoy, si finalmente España reclama la asistencia, también se podría hacer un llamamiento al FMI para que contribuya en el programa de rescate, como ha hecho en casos anteriores, a pesar de que el Fondo no es muy partidario de prestar dinero a un Gobierno para el objetivo único de recapitalizar a entidades financieras.
Probablemente las condiciones del rescate no se conozcan hoy al detalle. Éstas tienen que quedar plasmadas en un documento -el Memorándum de Entendimiento- preparado por la Comisión Europea en colaboración con el Banco Central Europeo (BCE) y, en este caso, al tratarse de un programa específico para la banca, con el apoyo del supervisor financiero europeo.
La entrega del dinero -en uno o varios tramos- debe ser decidida por el Consejo de Directores del FEEF en función del grado de cumplimiento de las condiciones impuestas a España.

División sobre las condiciones

¿Cuáles serán esas condiciones? El periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung critica hoy a España por ser "orgullosa" y califica de "vergonzoso" que el Gobierno reclame unas condiciones más suaves que Irlanda cuando, argumenta, el origen del problema es el mismo. "Los españoles quieren pagar los costos de su especulación con la aportación colectiva de los demás", dice el texto.
Pero el diario alemán se equivoca al comparar el rescate a Irlanda con el de España. En el primer caso, la ayuda fue al Gobierno irlandés porque no era capaz de acceder al mercado a financiar sus deudas soberanas. Esto se debió a que el Estado tuvo que rescatar a los bancos con dinero público y llegó a disparar el déficit por encima del 30%.
Precisamente España pretende evitar esta situación pidiendo la ayuda a la eurozona y, de momento, el Tesoro Público español es completamente autónomo y capaz para emitir deuda, como se ha demostrado este año. Además, recuerda José Carlos Díez, de Intermoney, el Tesoro tiene un remanente de liquidez que de momento le da un colchón de tranquilidad.
Así que el Gobierno tiene el derecho de pedir unas condiciones más suaves y también unos estatutos legales adonde agarrarse. El Tratado que regula el FEEF especifica que en un programa de asistencia para la banca "las condiciones impuestas no tienen que ser necesariamente de carácter macroeconómico". El Ejecutivo ha puesto en marcha reformas y mantiene su firme compromiso de reducir el déficit conforme a los objetivos previstos.
Así se lo reconocen la Comisión Europea y el Eurogrupo y éste debería ser un argumento para evitar someterse a un profundo ajuste macroeconómico, como han tenido que hacer Grecia, Irlanda y Portugal.

Flexibilidad

Por si esto no fuera suficiente, España puede añadir al pliego de argumentos las declaraciones que hizo ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que advirtió de que en la situación en la que está el país -será el único de la UE cuya economía caiga este año y el siguiente- "no se puede recortar y recortar mientras sigue creciendo el paro". Obama ha destacado que "España e Italia están embarcados en unas reformas inteligentes y es necesario algo de flexibilidad para que estas medidas echen raíces".
Contra estas condiciones más laxas, vinculadas únicamente al sector financiero, se oponen Holanda y Finlandia, principalmente. Dos representantes del núcleo duro del euro que van a exigir ajustes en todas las áreas de la economía española. De los grandes países, Italia y Francia estarán dispuestos a conceder un 'préstamo blando' y Alemania ha dado en los últimos días muestras de estar dispuesta a ir en esta misma dirección.
Fuente: Diario El Mundo
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