La actividad turística deja un superávit en las cuentas españolas de 17.459 millones hasta julio. Una inyección que tapa por completo el agujero de 16.772 millones por el desfase entre exportaciones e importaciones del país.
En medio de su segunda recesión en tres años, España vuelve a encontrar en el turismo el gran (¿único?) salvavidas para su economía. El aluvión de llegadas de turistas extranjeros y el aumento de sus gastos van camino de convertir 2012 en el mejor año de la historia en ingresos por turismo y en el segundo en visitantes, y de paso el sector se erige en la única alegría para sanear las cuentas del país.
Entre enero y julio, España elevó sus ingresos por turismo hasta los 23.877 millones de euros, lo que supone un ligero aumento del 0,6% en relación a un 2011 que ya fue un ejercicio récord, según los datos del Banco de España. El sector ha conseguido cerrar el mejor verano de su historia en llegadas de visitantes (con casi 21,6 millones solo entre junio y agosto) y las previsiones oficiales apuntan a que 2012 se convertirá en el segundo mejor año turístico de todos los tiempos (alcanzando los 58,1 millones de turistas, solo por detrás del registro de 2007, con 58,6 millones).
Vienen más (lo que está muy bien) pero también gastan más (que es más importante). Según las cifras facilitadas por el Ministerio de Industria, el gasto medio diario que realizaron los turistas extranjeros que visitaron España aumentó un 7% entre enero y agosto, hasta 107 euros, y el gasto medio que asume el turista durante el total de su estancia se incrementó un 2,5%, hasta alcanzar los 956 euros.
Tapando el agujeros
La balanza de pagos pone en relación los ingresos que recibe España desde el extranjero por diferentes conceptos y los pagos que realiza España fuera de sus fronteras. En el caso del turismo esa relación es netamente positiva para el país. Como los gastos que realizan los españoles en sus viajes al extranjero mantienen su tendencia a la baja (solo 6.417 millones hasta julio, un 2,3% menos), el saldo de la rúbrica turística en la balanza de pagos española vuelve a crecer. El superávit que genera el turismo en la balanza de pagos asciende a 17.459 millones de euros en lo que va de año, un 1,78%.
La balanza de pagos pone en relación los ingresos que recibe España desde el extranjero por diferentes conceptos y los pagos que realiza España fuera de sus fronteras. En el caso del turismo esa relación es netamente positiva para el país. Como los gastos que realizan los españoles en sus viajes al extranjero mantienen su tendencia a la baja (solo 6.417 millones hasta julio, un 2,3% menos), el saldo de la rúbrica turística en la balanza de pagos española vuelve a crecer. El superávit que genera el turismo en la balanza de pagos asciende a 17.459 millones de euros en lo que va de año, un 1,78%.
El turismo es prácticamente el único apartado de la balanza que presenta un saldo positivo (tan solo acompañado de la rúbrica de 'otros servicios', que presenta un superávit mucho menor de 3.075 millones de euros). Y es que el turismo se convierte en el principal alivio de las agotadas cuentas españolas. El superávit turístico se vale por sí solo para cubrir enteramente el déficit de la balanza comercial de la economía española. El boom del turismo sirve ya pues para tapar por completo el agujero de 16.772 millones que deja el balance entre las exportaciones y las importaciones españolas.
Con las exportaciones creciendo en plena crisis y con las importaciones cayendo por la caída del consumo y de la actividad en España, la tasa de cobertura del turismo respecto a la balanza comercial ha pasado de apenas el 78% hace un año (que ya era un buen dato) hasta el 104% alcanzado este julio (un registro verdaderamente positivo).
La balanza por cuenta corriente de España, no obstante, sigue siendo negativa, con un déficit de 17.383 millones en los siete primeros meses del año. Esta balanza por cuenta corriente recoge el saldo final de los ingresos y los pagos de España del comercio exterior de productos y de servicios, así como las rentas del trabajo y de capital, y las transferencias sin contrapartidas (fundamentalmente las remesas de inmigrantes residentes en España y de emigrantes españoles en el extranjero). Sin la inyección que aporta el turismo, este déficit por cuenta corriente se duplicaría, hasta rozar los 35.000 millones de euros hasta julio, una cifra inasumible.
Fuente: Diario Expansión
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