Hoy me salgo un poco de lo habitual y voy a explicar cómo funcionan las subvenciones que aporta el INEM a los emprendedores, es decir, a aquellos que arriesgan su capital formando una empresa en lugar de incorporarse a las listas de desempleados.
Lo previsto es que como máximo te van a dar el 60% de lo que te corresponde cobrar como desempleado, esto es, dependiendo del tiempo que hayas cotizado. Pero esto no es gratuito. Ese 60%, que como máximo va a rondar unos 15.000 euros, tienes que gastarlo previamente. Tienes que justificar el gasto con facturas reales y pagadas, no con proformas. Es decir, que no es una subvención para que cuentes con una provisión, sino una subvención a la inversión realizada. Por otro lado, esa inversión la realizas sin saber si te van a abonar la subvención, por lo que nos encontramos con que, entre los gastos en equipos, los gastos en publicidad inicial y en empezar a moverte, te puedes encontrar con que te hayas gastado los ahorros que tienes, que empiecen a pasarte las cuotas de seguros sociales de autónomo y que te nieguen dicha subvención, por lo que quizás sea mejor no hacer nada y cobrar desde el desempleo, sin hacer ningún desembolso.
Se me olvidaba. El restante 40% que no te abonan va dirigido a abonar las cuotas de autónomo durante los dos primeros años.
En conclusión. Creo que mejor quedarse en casa y preparar una oposición que montar una empresa, al menos en Extremadura.
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