El estudio trabaja en recuperar el uso comercial del edificio Gran Vía 32 de Madrid, adquirido por Pontegadea y donde el grupo irlandés abrirá una 'flagship'.
Una situación privilegiada en un inmueble histórico para su primera tienda a pie de calle. Son los ingredientes del proyecto de la cadena de moda Primark en Gran Vía 32, en Madrid, donde el grupo textil irlandés prepara la apertura de una tienda emblema (flagship) en España para finales de año.
Una iniciativa que tendrá la firma del estudio de arquitectura español RCCyP. "Se trata de un proyecto espectacular que quiere recuperar el uso comercial con el que nació en 1924 para albergar los grandes almacenes Madrid-París", explica Luis Galiano, director de RCCyP.
El estudio lleva trabajando en el proyecto desde 2011. "En 2008, el fondo Longshore compró a través de Drago Capital el edificio. Desde el principio, Luis Iglesias (socio de Drago) tuvo claro que había que reconvertirlo en uso comercial y se pidió permiso al Ayuntamiento para cambiar la primera planta", señala Galiano. Una vez logrado el visto bueno del Consistorio, se buscó a un operador de primer nivel interesado en abrir en Gran Vía. "Vimos que el operador más interesante era Primark". El grupo textil llevaba tiempo buscando un inmueble idóneo para su primera tienda en calle en España, su segundo mercado por tamaño después de Irlanda.
La compañía cerró en septiembre de 2011 un contrato de arrendamiento para ocupar 15.000 metros cuadrados de los 36.376 que tiene el edificio. "Queríamos recuperar el uso comercial inicial después de cientos de inquilinos. Por ejemplo, el cine Imperial había desconfigurado la parte más interesante, que era la zona del atrio original. Por su parte, Prisa lo había diseñado de forma muy funcional. Ahora se va a recuperar todo el atrio, su forja y el espacio abierto comercial, con una intervención que ponga en valor el inmueble".
La reforma de este edificio, con grado de protección como inmueble histórico, supondrá una inversión de entre 25 y 30 millones de euros. "No hemos querido plantear un proyecto agresivo. Hemos metido escaleras mecánicas pero no hay que olvidar que fue el primer edificio con escaleras mecánicas (de madera) y ascensores de la época en Madrid", subraya el responsable de RCCyP.
La tienda emblema tendrá dos accesos: uno en Gran Vía de unos 800 metros y otro por la calle de Desengaño. "Es un proyecto espectacular. No hay un Primark igual en el mundo. El inquilino ha hecho caso a los arquitectos y lo que ha sido aprobado busca la recuperación fiel del proyecto original pero con todo tipo de innovaciones. En 1924 no había aires acondicionados, salidas de humos y protección de incendios, con lo que se han dado soluciones ingeniosas para no perder metros de altura de los techos".Nuevo dueñoEl inmueble tiene, además, un nuevo propietario: el brazo inversor de Amancio Ortega, Pontegadea, que ha pagado 400 millones por el edificio. "Si no hubiéramos recuperado el uso comercial, Gran Vía 32 no hubiera tenido ese valor".
Junto a los 15.000 metros iniciales, Primark contará con otros 1.000 en la planta al ras de la calle gracias a la salida de dos inquilinos de los bajos: Sfera y Sephora, que se unen así a Viajes Iberia y Heladería Palazzo. Se mantienen H&M, Lefties (de Inditex) y Mango. "Hemos hecho un trabajo de consolidación para mantener el edificio otros cien años más. Y hemos trabajado por la noche para no molestar a los actuales inquilinos". El grupo de comunicación Prisa seguirá ocupando las plantas de la sexta a la novena.
PATROCINADORES:
INGEYPRO INGENIERÍA Y PROYECTOS. OFICINA TÉCNICA DE CONSTRUCCIÓN
http://www.paginasamarillas.es/fichas/ingeypro_46762091N_002.htmlwww.ingeypro.com
El estudio trabaja en recuperar el uso comercial del edificio Gran Vía 32 de Madrid, adquirido por Pontegadea y donde el grupo irlandés abrirá una 'flagship'.
Una situación privilegiada en un inmueble histórico para su primera tienda a pie de calle. Son los ingredientes del proyecto de la cadena de moda Primark en Gran Vía 32, en Madrid, donde el grupo textil irlandés prepara la apertura de una tienda emblema (flagship) en España para finales de año.
Una iniciativa que tendrá la firma del estudio de arquitectura español RCCyP. "Se trata de un proyecto espectacular que quiere recuperar el uso comercial con el que nació en 1924 para albergar los grandes almacenes Madrid-París", explica Luis Galiano, director de RCCyP.
El estudio lleva trabajando en el proyecto desde 2011. "En 2008, el fondo Longshore compró a través de Drago Capital el edificio. Desde el principio, Luis Iglesias (socio de Drago) tuvo claro que había que reconvertirlo en uso comercial y se pidió permiso al Ayuntamiento para cambiar la primera planta", señala Galiano. Una vez logrado el visto bueno del Consistorio, se buscó a un operador de primer nivel interesado en abrir en Gran Vía. "Vimos que el operador más interesante era Primark". El grupo textil llevaba tiempo buscando un inmueble idóneo para su primera tienda en calle en España, su segundo mercado por tamaño después de Irlanda.
La compañía cerró en septiembre de 2011 un contrato de arrendamiento para ocupar 15.000 metros cuadrados de los 36.376 que tiene el edificio. "Queríamos recuperar el uso comercial inicial después de cientos de inquilinos. Por ejemplo, el cine Imperial había desconfigurado la parte más interesante, que era la zona del atrio original. Por su parte, Prisa lo había diseñado de forma muy funcional. Ahora se va a recuperar todo el atrio, su forja y el espacio abierto comercial, con una intervención que ponga en valor el inmueble".
La reforma de este edificio, con grado de protección como inmueble histórico, supondrá una inversión de entre 25 y 30 millones de euros. "No hemos querido plantear un proyecto agresivo. Hemos metido escaleras mecánicas pero no hay que olvidar que fue el primer edificio con escaleras mecánicas (de madera) y ascensores de la época en Madrid", subraya el responsable de RCCyP.
La tienda emblema tendrá dos accesos: uno en Gran Vía de unos 800 metros y otro por la calle de Desengaño. "Es un proyecto espectacular. No hay un Primark igual en el mundo. El inquilino ha hecho caso a los arquitectos y lo que ha sido aprobado busca la recuperación fiel del proyecto original pero con todo tipo de innovaciones. En 1924 no había aires acondicionados, salidas de humos y protección de incendios, con lo que se han dado soluciones ingeniosas para no perder metros de altura de los techos".Nuevo dueñoEl inmueble tiene, además, un nuevo propietario: el brazo inversor de Amancio Ortega, Pontegadea, que ha pagado 400 millones por el edificio. "Si no hubiéramos recuperado el uso comercial, Gran Vía 32 no hubiera tenido ese valor".
Junto a los 15.000 metros iniciales, Primark contará con otros 1.000 en la planta al ras de la calle gracias a la salida de dos inquilinos de los bajos: Sfera y Sephora, que se unen así a Viajes Iberia y Heladería Palazzo. Se mantienen H&M, Lefties (de Inditex) y Mango. "Hemos hecho un trabajo de consolidación para mantener el edificio otros cien años más. Y hemos trabajado por la noche para no molestar a los actuales inquilinos". El grupo de comunicación Prisa seguirá ocupando las plantas de la sexta a la novena.
PATROCINADORES:
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