Los
turistas extracomunitarios que visitan Europa son objeto de deseo de la industria dedicada a este sector en todo el continente: hoteles, aerolíneas, restaurantes y tiendas se rifan especialmente a los visitantes que proceden de países asiáticos porque son lo que hacen un gasto superior. Pero en esta «competición»,
España está perdiendo atractivo como destino de compras, según pone de relieve un estudio realizado por la consultora Global Blue.
El informe asegura que
por cada euro que invierten los turistasextracomunitarios en Madrid gastan 2,2 euros en Múnich, 3,5 en Milán o, ya en la parte más alta de la clasificación, 9,5 si las ciudades elegidas son París o Londres.
Traducidas estas cifras en dinero contante y sonante, significa que si los visitantes de fuera de la UE –los que hacen compras y luego piden que se les devuelva el IVA, conocidos en el argot como «tax free»– se gastan 341 millones de euros en Madrid en compras al año, en París y Londres se dejan nada menos que 3.239,5 millones de euros. Las diferencias no se justifican máxime cuando España, además, ofrece en muchas ocasiones los mismos productos a precios más baratos.
Si tomamos como referencia
las compras globales de los turistas, tanto europeos como de fuera de la UE, las cifras son como mínimo de alrededor del doble, con lo que la distancia entre destinos europeos de compras sería aún mayor.
En el caso de los relojes de lujo, uno de los objetos de deseo de los turistas asiáticos que visitan Europa, el precio medio sin impuestos en Madrid es de 70.162 euros, frente a los 78.057 euros que se pagan en Italia o los 74.270 euros que hay que desembolsar en Francia. En Reino Unido el precio medio es de 71.266 euros al cambio, según un estudio de comparación de precios libres de impuestos realizado por ABC.
Si se toman como referencia no solo los relojes, sino también los bolsos y una serie de productos de lujo preferidos por los turistas asiáticos, y se forma una especie de cesta, el resultado es similar ya que el precio medio será de 24.367 euros en España, frente a los 24.981 euros que se tendrían que pagar en Londres o los 25.149 euros en París, siempre libres de impuestos.
Todos estos precios demuestran que España tiene muchos atractivos para el turismo en general, y
también para el de compras pero que, por un compendio de razones, este potencial no se explota y no se pone en valor, con lo que se desperdicia un activo fundamental que podría ayudar también a la recuperación de la economía del conjunto del país.
Global Blue, la consultora número uno de este sector, cree que
España tendría que actuar en varios frentes para poner en valor sus tiendas como destino turístico,
más allá del sobreexplotado modelo de sol y playa.
Para empezar, el Gobierno español tendría que facilitar la emisión de visados para los turistas asiáticos, en especial, de los chinos ya que, en 2013, solo llegaron 252.099 turistas de esa nacionalidad. Aunque eso sí, supusieron un aumento del 35,1% respecto al año anterior. Y, además, hasta 2012, todos los ciudadanos de esa nacionalidad que nos visitaban lo hacían con visado de otro país europeo del área Schengen, o lo que es lo mismo, entraban por otro país de la UE y, desde allí, hacían diferentes «saltos» dentro del Viejo Continente. En el caso de España, apenas pasaban una noche aquí dentro de su periplo europeo.
Faltan conexiones aéreas
Otro de los aspectos fundamentales para
intentar revitalizar este tipo de turismo es el de las conexiones aéreas directas entre España y China. La oferta aérea se limita a un vuelo directo en días alternos entre Madrid y Pekín y desde este mes también entre Barcelona y Pekín. Pero, hasta el momento, no hay conexión directa con la capital económica de China y, por tanto, el mayor emisor de viajeros: Shanghai.
Otra cuestión es la libertad de horarios comerciales, que no se produce en todo el país sino tan solo en algunas comunidades, como es el caso de Madrid. Un ejemplo a seguir en este tema es Londres que, en la dura competición que mantiene con París por el liderato de destino de compras en Europa, ha sabido capitalizar la libertad de horarios.
Y a todo lo anterior se une el hecho de que
la promoción turística que se hace de España como destino de compras no está siendo la adecuada, según la consultora. Todo ello, pese a que la prestigiosa revista británica
«The Economist» situó a Madrid y a la Barcelona entre los mejores sitios de Europa para hacer compras, solo por detrás de Londres pero por delante de París. La CNN también ha situado recientemente a España en el quinto puesto de los países más atractivos para hacer compras.
Desde Turespaña, el organismo público dependiente del Ministerio de Industria y Turismo encargado de la promoción exterior, se asegura que «se está realizando una apuesta decidida por el mercado chino centrada en el conocimiento de la demanda, el posicionamiento segmentado y la facilitación del viaje, donde los avances en materia de visados y conectividad aérea juegan un papel absolutamente decisivo para incrementar los flujos turísticos entre China y España». Al mismo tiempo desde el mismo Turespaña se justifica la menor presencia de este organismo en ferias turísticas de Asia «no solo por motivos presupuestarios, sino porque la eficacia de esta herramienta, en según qué mercados, no es ventajosa en función del ratio coste/beneficio. En todo caso Turespaña participará en la feria de turismo vacacional más importante, la CITM (China International Travel Mart), que tendrá lugar el próximo mes de noviembre».
Sin embargo la estrategia de Turespaña no incluye asistir a la feria más importante del sector del lujo, la Asia Luxury Travel Market (ALTM), que se celebra en la ciudad de Shanghái en junio, todo un error de cálculo a juicio del sector.
Más potencial de crecimiento
La razón de este «amor» por los turistas chinos no es desinteresada ya que son los que más gastan cuando salen al extranjero. El tique medio de las compras que hacen en España por estancia supera los 901 euros, con lo que son el segmento con mayor potencial de crecimiento en el entorno del doble dígito. En el caso de los turistas provenientes de Hong Kong el gasto medio se eleva hasta los 1.087 euros.
Los expertos creen que atraer al turismo de calidad es una de las asignaturas pendientes del sector ya que, por ejemplo, en la ciudad alemana de Múnich, que es más pequeña que Madrid o Barcelona, los turistas extracomunitarios se gastan hasta 2,2 veces más, lo que da una idea del gran trabajo que queda por hacer en este campo, tanto desde los organismos públicos como desde el propio sector, que tiene que saber adaptarse cada día más a las necesidades de estos nuevos clientes.
Los especialistas consultados por este periódico coinciden en que, si se toman todas las medidas adecuadas, los ingresos por el turismo del lujo en Madrid podrían incrementarse entre 800 y 1.000 millones de euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario