La culpa fue de Solaris. Cuando sólo era un adolescente en su Armenia natal, a Garik Israelian (Yerevan, 1963) la ciencia no le interesaba para nada. Pero cuando vio la mítica película de Tarkovski basada en la novela de Stanislaw Lem, esta fábula sobre la búsqueda de vida inteligente en otros mundos fue el flechazo que le metió el veneno de la astronomía en la sangre. «Tras el impacto de Solaris, devoré todos los libros de Lem, y después me cebé con Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. La verdad es que fue la ciencia ficción lo que inspiró mi vocación científica».
Garik Israelian con el físico Stephen Hawking. E.M
Hoy, desde el Instituto de Astrofísica de Canarias en las cumbres del Teide y elRoque de los Muchachos (La Palma), Israelian se ha convertido en un astrónomo de vanguardia en la exploración de agujeros negros y planetas fuera del Sistema Solar. Tras formarse en el Observatorio de Armenia, uno de los centros astronómicos más importantes en la antigua URSS, Israelian dejó su tierra cuando se desmoronó el superpoder soviético. Después de proseguir su formación en Holanda y Australia, acabó desarrollando su meteórica carrera en Tenerife, donde lleva ya casi dos décadas.
Pero Israelian no es sólo un científico de gran prestigio, sino un apasionado de la divulgación, un sabio convencido de que la astronomía y toda la ciencia no deben ser un monopolio de los expertos, sino un patrimonio de toda la Humanidad. Por eso se decidió a impulsar el festival Starmus, un congreso internacional en Tenerife concebido no para los astrónomos profesionales, sino para todos los amantes del Cosmos.
Israelian (d) con Brian May. EM
En su primera edición, celebrada en 2011, la principal estrella invitada fue Neil Armstrong, en la que fue una de las últimas apariciones públicas del primer hombre que pisó la Luna. Y dentro de unos días, entre el 22 y el 27 de septiembre, Starmus 2 tendrá como protagonista nada más y nada menos que al profesor Stephen Hawking.
- Usted demostró por primera vez que las supernovas producen agujeros negros, un trabajo de gran impacto que se publicó en la revista Nature. ¿Por qué es importante conocer estos fenómenos tan aparentemente alejados de nuestra vida cotidiana?
- En astronomía, como en toda la investigación básica, lo que estamos intentando es conocer las leyes de la naturaleza, como las que gobiernan el nacimiento y la muerte de las estrellas, o la formación de agujeros negros y planetas. Estamos en el proceso de comprender las leyes que controlan el funcionamiento del Universo. Si no fuera por este proceso, no tendríamos ni electricidad, ni energía nuclear, ni nada de nada. Todas las grandes aplicaciones tecnológicas e industriales han surgido de investigaciones que en un principio sólo buscaban satisfacer la curiosidad de los físicos. Ni Maxwell, ni Faraday tenían ni idea de que iban a descubrir la electricidad, sólo querían satisfacer su curiosidad. Y todos los astrónomos estamos en el mismo camino.
- Supongo que a eso se refiere el lema del festival Starmus: «Descubre el Universo y cambia el mundo».
- ¡Claro! Pero no se trata sólo de las aplicaciones tecnológicas que podamos obtener en el futuro de la investigación básica. Además, el conocimiento del Universo puede transformar la visión que los seres humanos tenemos de nosotros mismos y de nuestro lugar en el Cosmos. Esto me parece todavía más importante: forjar una sociedad mentalmente libre que se cuestiona todo, que se plantea de dónde venimos y a dónde vamos.
- Usted también trabaja en la búsqueda de planetas fuera del Sistema Solar. En los últimos años se han descubierto muchos de estos mundos en la llamada zona habitable de su estrella. ¿Cree que ha aumentado mucho la probabilidad de que exista vida extraterrestre y que podamos descubrirla?
- Por supuesto, esto es absolutamente cierto. Para mí la existencia de vida fuera de la Tierra es casi una obviedad, hasta tal punto de que cuando encontremos la evidencia definitiva de un planeta habitable, a mí no me va a sorprender lo más mínimo. La naturaleza es universal, y las leyes que gobiernan la formación de planetas y estrellas son universales. Por lo tanto, lo que me parece imposible es que la naturaleza haya creado un único sistema solar con un solo planeta habitable como la Tierra. Eso es lo que iría contra las leyes de la naturaleza. Si la vida fuera algo excepcional que sólo existe en nuestro planeta, eso sería tan inexplicable que sería como para creer en Dios. Pero yo no soy creyente y asumo que las leyes de la naturaleza son universales. Por eso, estoy convencido de que la vida no es algo exclusivo de la Tierra y existe en muchos otros sistemas solares del Universo.
- Dice que no es creyente, pero ¿dónde se posiciona en el debate entre la ciencia y la religión? ¿Coincide con Richard Dawkins, otra de las estrellas invitadas a Starmus, en que son totalmente incompatibles?
- Todo depende de cómo defines a Dios. Si defines a Dios como la naturaleza, entonces yo soy religioso. ¿Es la naturaleza inteligente? También depende de cómo definamos la inteligencia. Para mí, muchos de estos debates y polémicas se deben a las definiciones diversas que tiene la gente para estos conceptos.
- ¿Pero cree, como me dijo Peter Higgs en una entrevista con ELMUNDO, que se puede ser un buen científico y a la vez creyente?
- De nuevo, depende. Mi pregunta sería: ¿creyente en qué? Lo que me parece inaceptable es creer que existe un Dios omnipotente y que es la clave para entender el mundo. Lo que me interesa como científico y lo que tenemos que hacer es descubrir cómo funcionan las cosas y cómo cambian. En este sentido, es un insulto para la naturaleza inventar un Dios para explicar lo que no entendemos. Es simplificar las cosas de manera absurda. La realidad es millones de veces más complicada, pero los humanos somos tan primitivos que cuando no comprendemos bien cómo funcionan las cosas, invocamos a Dios. Esto me parece un signo de primitivismo en nuestra especie.
- Volvamos a la posibilidad de encontrar vida extraterrestre. ¿Cómo se imagina esa vida? ¿Sería similar a la nuestra?
- No necesariamente, es posible que existan múltiples formas diversas de vida. Quizás la materia orgánica haya encontrado caminos diferentes para organizarse, ésta es una cuestión apasionante que podremos investigar en el futuro cuando descubramos otros planetas con biosfera. Es sólo cuestión de tiempo.
- ¿De cuánto tiempo cree que estamos hablando?
- Yo creo que en menos de 10 años podremos obtener evidencias claras de planetas con formas de vida. De hecho, ahora mismo ya estamos identificando planetas similares a la Tierra en zonas habitables, pero en menos de una década tendremos las herramientas necesarias para identificar los marcadores biológicos que nos demuestren la presencia de organismos vivos en esos mundos.
- ¿Y qué opina de la posibilidad de hallar vida inteligente?
- También creo en ella, pero esto sí que es pura creencia. Hoy por hoy no hay absolutamente ninguna evidencia solvente para apoyar esta idea. ¿Llegaremos alguna vez a contactar con otras civilizaciones? No lo sé, depende de cuánto tiempo sobreviva la Humanidad. Yo no soy muy optimista en este sentido, no sé si tendremos la inteligencia suficiente para superar los problemas globales que tenemos por delante. Si logramos sobrevivir otros 1.000 años, quizás sería posible establecer contacto con otros seres, pero dudo seriamente que lo consigamos.
- ¿El problema son las dimensiones de las distancias cósmicas?
- Claro, las distancias son una barrera quizás insalvable, pero, ¿quién sabe? Quizás dentro de 10 años tengamos nuevas tecnologías que nos permitan establecer un contacto. Eso es precisamente lo que más me atrae de la ciencia, que siempre está llena de sorpresas.
- ¿Merece la pena invertir en proyectos como SETI, que están intentando captar señales del espacio profundo para establecer contacto con extraterrestres?
- Absolutamente, por supuesto que merece la pena, porque tenga o no tenga éxito esta búsqueda, siempre supondrá una inversión en nuevas tecnologías para interpretar señales, o para el desarrollo de algoritmos cada vez más sofisticados, y esto siempre puede abrirnos la puerta a nuevas aplicaciones en otros campos. De hecho, gracias a los algoritmos desarrollados por el programa SETI, ahora los biólogos marinos están logrando entender cómo se comunican las ballenas y los delfines.
- Muchos científicos critican la inversión que suponen las misiones tripuladas con astronautas, ya que en su opinión se pueden obtener los mismos o mejores resultados con sondas y robots. Pero usted ha invitado a astronautas a las dos ediciones del Festival Starmus. ¿Por qué?
- Enviar astronautas tiene dos ventajas fundamentales. En primer lugar, el hecho de enviar a personas de carne y hueso que van a experimentar la sensación de estar en el espacio es fundamental para la divulgación y la inspiración. Hay miles de niños y jóvenes cuya fascinación por la ciencia ha nacido gracias a las hazañas de héroes como Neil Armstrong, Buzz Aldrin o Alexei Leonov. Y en segundo lugar, merece la pena invertir todo lo que cuesta enviar seres humanos a la Luna o a Marte porque para lograrlo, necesitamos desarrollar naves mucho más avanzadas y sofisticadas que en el caso de las misiones robóticas. Por tanto, siempre es una apuesta por el desarrollo de la tecnología y el conocimiento. Y eso siempre merece la pena. Claro que es caro, la ciencia es cara, pero no tanto como las inversiones militares. Las guerras de Afganistán o Irak son mucho más caras. No es cuestión de dinero, sino de valores. ¿Qué valoramos más: la guerra o la exploración del espacio y la ciencia? Ésa es la cuestión.
- Hablando de dinero, como científico afincado en este país, ¿qué le parecen los recortes del Gobierno español en el campo de la ciencia?
- Una sociedad sin ciencia es una sociedad enferma, con una enfermedad letal que te lleva directamente a la muerte. Por lo tanto, una sociedad sin ciencia es una sociedad sin futuro para las futuras generaciones. No me entra en la cabeza que se pueda recortar en educación, en ciencia y en salud. Ése es el triángulo intocable para garantizar el futuro de una sociedad.
- ¿Cuál sería el descubrimiento de sus sueños?
- Me gustaría descubrir una evidencia indirecta de vida inteligente en el Universo.
- ¿Pero eso le parece un objetivo realista?
- Sí, es posible. En parte es cuestión de suerte, por supuesto, pero hay herramientas que podrían lograrlo, como el envío de señales por láser. De hecho, tengo algunas ideas en este campo pero de momento no quiero hablar de ellas públicamente para no revelar nada y dar pistas a otros.
PATROCINADORES:
INGEYPRO INGENIERÍA Y PROYECTOS. OFICINA TÉCNICA DE CONSTRUCCIÓN
http://www.paginasamarillas.es/fichas/ingeypro_46762091N_002.htmlwww.ingeypro.com
info@ingeypro.com
Ingeypro es Asistencia técnica,
Ingeypro es Gestión de obras: Seguimiento de plazos, preparación de comparativos, asesoramiento técnico a la contratación
Ingeypro es Preparación de licitaciones: Documentación técnica, contacto con la administración, estudios técnicos y económicos, elaboración de estrategias para reducción del coste directo e indirecto.
ingeypro en Cáceres, Badajoz, Madrid, Sevilla
Ingeypro redacta proyectos de arquitectura y de ingeniería